Tener una buena idea y un buen diseño web sigue sin ser suficiente para tener miles de usuarios, clientes o compradores. Además de un diseño visual óptimo luzca la web y de ofrecer un servicio de calidad, si los usuarios no tienen una forma sencilla de encontrar la web, no conocerán la marca.
Es ahí donde entra el marketing digital y prácticas como el SEO, el SEM y social media. Una de las primeras prácticas que SEO que muchas personas adoptan es comprar enlaces para aumentar la importancia del sitio web a los ojos de Google y los buscadores, lo que es de gran ayuda para posicionar la página en ciertas palabras clave.
Aprender sobre marketing digital no es tan complicado, pero lo cierto es que se requiere de muchas horas de aprendizaje, mucha práctica, constancia y aprender de alguien que tenga mucha experiencia.
Por ello, es necesario contratar a un profesional que pueda hacer una auditoria y crear una estrategia orgánica para mejorar el posicionamiento de la web en los buscadores. Con ello ahorraremos tiempo y dinero. Es la forma más rápida de mejorar su visibilidad para llegar a miles de usuarios o clientes potenciales.
Todo cuesta
Hay que pensar que el posicionamiento en sus dos vertientes, la de pago o SEM, y la orgánica o SEO, requiere tiempo y dinero. La SEM requiere de un mayor esfuerzo económico, ya que debe pagarse a Google para que nos posicione en mejor lugar. Sin embargo, la posición orgánica también se consigue, como decíamos gracias a enlaces de calidad, muchos de los cuales habrá que pagar y sobre todo con una buena política web y en redes sociales. Con las que al final, si queremos un trabajo serio deberemos pagar, aunque sea destinando recursos humanos.
Es importante tener en cuenta que nuestra página debe ser constantemente actualizada para conseguir posicionamiento orgánico. Para ello debemos planificar el número de publicaciones y actualizaciones que serán necesarias.
En cuanto a las redes sociales, las nuevas políticas requieren de una mayor inversión en publicidad para ser visibles. Esta es una magnífica vía para conseguir visitas a nuestra web, o en campañas promocionales.
Puede que posicionar en Google nos permita que el cliente interesado nos descubra, pero hay que pensar que los usuarios pasan muchas más horas en las redes sociales que en el buscador.